lunes, 5 de abril de 2010

SABER ELEGIR



¡Qué vigente... por mas que pasen los años, las costumbres cambien y la tecnología avance, en esencia seguimos siendo iguales..! Tenemos la capacidad de optar y decidir, y lo sabio es que lo hagamos bien.

Es de sabios observar la naturaleza, y más precisamente detenernos al ver a las aves tomar sus decisiones de acuerdo a su especie. Construyen sus nidos en distintos lugares, sobre el suelo, entre peñascos, en las ramas de los árboles o en los lugares más insólitos, pero a su vez tienen las características, hábitos y necesidades propias de su especie.

Hace un tiempo caminando por un sector de las “Grutas” de Necochea, al bajar hacia la playa, me detuve a ver las distintas características que conforman su superficie. Grandes rocas planas, que parecen haber sido hechas por la mano del hombre, piedras pequeñas que cubren superficies importantes y las hermosas playas de arena que conforman un paisaje digno de postales.

Esto me llevó a pensar, cual de estas tres superficies alguien elegiría como base si tuviese que edificar su casa. Por supuesto a nadie se le ocurriría levantarla sobre un sector cubierto por piedras pequeñas al menos que decidiese sacarlas, pero sí, muchos evaluarían las posibilidades restantes.

Quienes han tenido que esforzarse para levantar con sus manos su vivienda, o se dedican a la construcción, saben bien que intentar hacerlo sobre una de esas grandes rocas planas no es tarea fácil, pues primero hay que cavar sobre ella para fijar las bases y columnas, y eso lleva mucho tiempo y esfuerzo. Días y días de trabajo sin ver que nada se asome a la superficie, más bien parece tiempo perdido inútilmente. En lugar de edificar, se cava. En lugar de disfrutar del proyecto, se gastan recursos en algo que no se ve, y lo que se ve no atrae. Pero en el transcurso del tiempo lentamente progresa su construcción y esta llega a su fin, y puede ser habitada y disfrutada.

La otra alternativa es más atractiva al ver la hermosa superficie de la playas con sus muy suaves pendientes. Allí es mucho más sencillo edificar, las columnas se pueden anclar en horas, porque cavar es muy sencillo y fácil, luego las paredes van elevándose mostrando la concreción del proyecto, del sueño hecho realidad. Mientras que con la otra alternativa se hubiese estado sufriendo, con esta, “ya se comienza a disfrutar”.

Pasan los días, y las inclemencias del tiempo se abaten sobre ambas, y ¿Qué se imaginan que sucede al ser embestidas por los vientos y el agua? No es difícil la respuesta, una permanece firme y la otra se derrumba y si no ocurre esto, se daña seriamente y aunque se repare, en el próximo temporal se agrieta nuevamente o desmorona en otro sector y así constantemente. El disfrute de la casa terminó con la primera tormenta y luego se torna terrible el habitarla.

Así ocurre con nosotros los seres humanos. Mientras las aves hacen sus casas de acuerdo a su especie, nosotros también, pero a diferencia de ellos son dos opciones que tenemos. Son dos las superficies a elegir.

Como sucede con la construcción de una casa así también tenemos dos opciones para edificar nuestras vidas, sobre una base firme o sobre la que no lo es. Al respecto Jesús dijo: “Voy a decirles a quién se parece el que viene a mí y me oye y hace lo que digo; se parece a un hombre que para construir una casa, cavó primero bien hondo, y puso la base sobre la roca. Cuando creció el río, el agua dio con fuerza contra la casa, pero no la hizo tambalear, porque estaba bien construida.

Pero el que me oye y no hace lo que digo, se parece a un hombre que construyó su casa sobre la tierra y sin base; y cuando el río creció y dio con fuerza contra ella, se derrumbó y quedó completamente destruida."

¡Qué vigente es lo que dijo, claro, por mas que pasen los años, las costumbres cambien y la tecnología avance, en esencia seguimos siendo iguales..! Tenemos la capacidad de optar y decidir, y lo sabio es que lo hagamos bien.

Son muchos quienes han construido sus vidas sobre la opción equivocada y aunque todo parecía brillar les paso como a mi al comprar un anillo, parecía oro, pero con el uso y el tiempo, primero perdió su brillo, luego dejo de ser dorado y tomo un color plata, con lo cual me conformaría, pero no lo era, lo mas triste aún es que ahora es de un material metálico amarillento y ordinario al que hay que constantemente sacarle brillo para que pase desapercibido.

Si encuentras similitud entre tu vida y estos ejemplos, te animo a que fundamentes tu vida en Jesucristo, El es la Roca en quien puedes permanecer firme frente a las “inclemencias de la vida”. Pero como ocurre con una casa mal construida desde sus bases, debe ser hecha de nuevo. Jesús quiere que tu vida comience de nuevo, la Biblia lo llama “Nuevo Nacimiento”, pero ahora tomado de su mano y con Su ayuda.

Sólo tienes que reconocer tu error y necesidad, y decirle que deseas edificar tu vida, tu futuro y familia basado en El, esto se verá expresado en tu vida diaria. La decisión es tuya.


Pr. Rubén Jorge Rodríguez